Cuarto día

Mientras experimentaba con la palanca, Ibrahim se dió cuenta de que su esfuerzo era menor cuanto más lejos lo hiciera del soporte. Y al revés, cuanto más cerca lo hiciera del soporte, más esfuerzo había que hacer para mover la piedra. Entonces una idea iluminó su pensamiento mientras miraba uno de los artefactos que había en la jaima.
- Se llama báscula -intervino Sherezade viendo el resplandor de la inteligencia en los ojos de Ibrahim-.
- Entonces - prosiguió un Ibrahim eufórico- con una sóla pesa puedes pesar objetos mucho más grandes.
- Efectivamente, fijándose en la distancia de la pesa al soporte y conociendo el peso de la pesa, cuando la báscula se equilibra puedes calcular el peso del objeto, ¿qué cálculo hay que hacer?
- A una unidad de distancia, el mismo peso de la pesa; al doble, el doble peso de la pesa; al triple, el triple; multiplicamos la distancia por el peso de la pesa - concluyó Ibrahim-.