El Imperio de Carlos I.

En 1516, Carlos accedió al trono de España y gobernó un gran imperio. Además de las posesiones que habían pertenecido a los Reyes católicos, heredó los Países Bajos y otros territorios del centro de Europa. Aunque cada territorio mantenía sus propias leyes e instituciones, tenían el mismo rey, al que pagaban impuestos y aportaban soldados para su ejército.

En los primeros años de su reinado se produjeron algunas revueltas populares en la península. Las principales ciudades de Castilla protestaron para exigir mayor participación en el gobierno, mientras que, en Valencia y en las Islas Baleares, campesi¡nos y artesanos pidieron unas mejores condiciones de vida.

Además, Carlos I se enfrentó a graves problemas fuera de España. Luchó contra Francia para lograr la hegemonía en Europa y contra los turcos, que querían controlar el Mediterráneo y dificultaban el comercio entre España e Italia.

También tuvo que hacer frente a los luteranos en el centro de Europa, un grupo de cristianos que no aceptaban la autoridad del Papa de Roma.